MACHINE LEARNING: MIEDO Y CONOCIMIENTO
En Fedro, Platón, denostó la escritura como un invento destructivo para la mente humana “… producirá el olvido de las almas de los que la usen, haciéndoles despreciar la memoria; fiados en este auxilio extraño abandonarán a caracteres materiales el cuidado de conservar los recuerdos, cuyo rastro habrá perdido su espíritu…”
Por extraño que parezca, los grandes oradores griegos no escribían sus reflexiones y mucho menos leían sus grandes disertaciones, todo lo memorizaban. La mnemotecnia (el arte de la memoria) era parte importante de la retórica, de ahí que la escritura se podía considerar enemiga de la mente humana.
Dos milenios después la advertencia en Fedro resulta real, la “prótesis” de la escritura ha generado que la memoria se use cada vez menos. Sin duda un gran estímulo para el uso de la escritura fue –y es- el miedo a olvidar en un momento crítico algo importante, hoy día la mnemotecnia es una habilidad muy poco utilizada. El motor de este «desarrollo artificial», es el miedo a olvidar.
Las máquinas que aprenden
En la ciudad de Puebla, el conductor del taxi me confiesa que apenas tiene un mes en la ciudad, sin embargo me lleva de manera precisa al hotel y luego al evento al que voy, además me da una descripción detallada de la cuadrícula de la ciudad, “es que con el waze todo se puede” .
El sencillo suceso anterior, deja constancia del procesamiento de conocimiento disponible para todos y de manera gratuita. El conocimiento es procesar información que sirve para la toma de decisiones, entre mayor sea la certeza del proceso, mayor es la estructuración – y por lo mismo la posibilidad de reuso- del conocimiento, mayor es su calidad. El asunto aquí es que quién aprende es la aplicación no el conductor, pues el solo sigue instrucciones, hay casos donde la dependencia es extrema y se tiene ya no miedo, sino pavor a dejar de atender las instrucciones que da waze o google maps, porque no se aprende y por lo mismo no se podría realizar la actividad sin ayuda de la apliación. Recuerdo a una amiga dando 7 largas vueltas por el mismo equivocado camino, incapaz de razonar o deducir nada por el pavor de perderse en esa zona de la CDMX que no conocía: lo peor es que ya más perdida no podía estar, porque además era dependiente de una aplicación para ejercer su juicio. No aprendió ni con tanta vuelta.
Equivocarse es la base de la creatividad, entre menos miedo se tenga a cometer errores mayor será la fluidez de pensamientos, una de las tres características de la creatividad, sin embargo el temor a equivocarse en público es de los miedos más profundos que cualquier líder tiene, más allá, el equivocarse en los rumbos de una empresa, del tamaño que sea, es un miedo que algunos no los deja conciliar el sueño.
Tener conocimientos para no equivocarse como directivo de una empresa es la esencia del puesto, y aplicarlos en el momento ideal es la medida del éxito de cualquier empresario. El asunto central es ¿Cómo se adquiere ese conocimiento?, la única forma de que una empresa avance siempre ha sido, y ahora más, que se aprenda de los errores cometidos. Pero ¿Qué pasas si el que aprende es el software?, si el miedo a equivocarse se convierte en pánico y el directivo se convierte en conductor que sigue las instrucciones de la inteligencia de negocios surgida del big data y la minería de datos.
Un director general tiene seis responsabilidades básicas: determinar (o participar si existe consejo)la dirección estratégica y darle seguimiento (si existe consejo reportar); asignar recursos; generar cultura; supervisar y lograr el desempeño definido; ser el “rostro”, el representante, de la empresa y atender los compromisos cotidianos de todas las áreas(legales, de personal, comerciales).
El conocimiento para tomar adecuadas decisiones en estas seis funciones es vital para el desarrollo de la empresa, en realidad ya ninguna de esas áreas puede realizarse sin software y en algunas , como la asignación de recursos, es muy probable que el software lo realice prácticamente solo, esa es la tendencia que marca lo que se conoce como “predictive analytics”, igual que el waze define la ruta de menor tiempo entre un destino y otro, el software especializado encuentra la mejor opción, sin necesidad de intervención humana. En realidad toma mejores decisiones por dos razones: siempre respeta las reglas de la compañía y puede manejar mucho más datos sin agobio.
El software empresarial
Los ocho grandes campos del software empresarial ( HCM, ERP, CRM, BI, MRP, PLM, SCMS y GRUOPWARE) son definitivamente indispensables para el desarrollo de las empresas, de alguna u otra forma ya utilizan aplicaciones para manejar la empresa, desde el Excel hasta los “softwares caros” pasando por lo gratuitos, los piratas, lo de nicho, los de prueba, en la nube y en fin toda una gama que cada vez es más amplia porque cada vez son más las empresas que están convencidas de la necesidad de usar software especializado.
En todos y cada uno de estos ocho campos se generan cada vez más aplicaciones que aprenden, o que almacenan el aprendizaje contenido en procesos que se depuran y se siguen depurando, aumentando eficiencia y eficacia en cada vuelta.
Es paradójico que entre más se desarrolla la aplicación menos se puede aprender de ella y que el conocimiento va quedando cada vez más en el software, convirtiendo, a futuro, la interacción humana como redundante.
Tenemos un caso claro en el software que funciona en las bolsas de valores de todo el mundo, cerca del 80% de las transacciones de compra-venta de acciones son realizadas por “robots” que además aprenden y depuran sus decisiones con cada intento. Sería impensable que un humano hiciera tantas operaciones, tan rápido y con tanta información.
El 40% de los empleados de oficinas corporativas va a tener como jefe a un software, conocidos como “robo-boss” o jefes robots, serán programas que supervisen el trabajo y asignen permios, compensaciones y lleven de manera totalmente objetiva el desempeño de los empleados. Es un hecho que el miedo a equivocarse haría casi impensable ir en contra de alguna decisión de estos “Robo-boss”, pero es muy probable que va a ocurrir lo mismo en todos los campos del software empresarial. ERP más inteligentes que proponen estrategias fiscales basados en resultados de las cuentas por cobrar y las cuentas por pagar, CRM que deciden que clientes atender y que clientes ignorar basados en el predictive analytics de millones de registros, PLM que diseñaran ropa de acuerdo a tendencia y gustos recabados de fuentes como Facebook, BI que hará predicciones del comportamiento de la competencia. MRP que harán pedidos infalibles para tener todo lo más barato y “just in time”; SCMS que programaran rutas de vehículos no tripulados para alcanzar los puntos de mayor rendimiento en tiempo y combustible.
Es cierto que en México el 98% de las empresas son microempresas (menores a 10 empleados) y que en Estados Unidos un poco menos del 90% tienen menos de 20 empleados, y que con estos tamaños parecería inalcanzable “software que aprende” como el descrito, pero esto es falso, en realidad el mejor uso que se puede dar a este software es para empresas de tamaño pequeño donde los escenarios son más variantes, es aquí justamente donde el humano no es redundante, es aquí donde también el directivo tiene que aprender y utilizar el software para aprender al mismo tiempo. Además las características mismas del desarrollo del software hacen que cada vez haya opciones más baratas con más potencial.
Es un hecho, el conocimiento empresarial está en las micro y pequeñas empresas, es ahí donde no hay que tener miedo al error, hay software ya muy desarrollado que puede ayudar y que puede aprender al mismo tiempo.
El conocimiento que llega por miedo acaba en pavor y parálisis, no tengamos miedo al error, es parte del aprendizaje y aprovechar el software que aprende, en las pequeñas empresas parece estar el camino para que no se extinga el arte de ser empresario que, por cierto, debe de incluir la mnemotécnica.
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