Una de las incógnitas que más aparecen en los pensamientos de cualquier persona en cierto momento de la vida, es si vamos en el camino correcto de lo que estamos haciendo. Ya sea en la toma de decisiones de un nuevo trabajo o de emprender cierto negocio.
En algunas ocasiones esto se puede traducir en miedo a lo desconocido o a fracasar. O simplemente se tiene la idea de que para sentirnos realizados debemos estar haciendo lo que nos gusta y sin ningún esfuerzo. Sin embargo, no todo es así, ya que aunque hagamos lo que nos gusta, se tienen que hacer ciertos sacrificios y trabajar en un principio arduamente, ya que el éxito o la realización personal no se logran de la noche a la mañana. Pero también hay que tener claro, que entre menos a gusto estemos con lo que hacemos será más difícil poder progresar y llegar a los objetivos planteados.
Siempre nos toparemos con momentos en que se siente que no vamos por el camino correcto, que hemos fracasado, que no vemos desarrollo o avance. Esto sale a relucir cuando se pone en duda el camino que hemos tomado.
Alertas que hacen dudar
Hay momentos en que aparecen las dudas de que si vamos por el camino correcto en cuestión laboral, ya sea en un negocio, empresa o incluso de la profesión que elegimos. Estas dudas se incrementan cuando las cosas no salen como las planeamos, nos sentimos frustrados, estancados agobiados y todo esto se transforma en un sufrimiento constante.
Es aquí cuando se debe analizar esta situación. Pero hay que tener muy claro, que no siempre es posible hacer lo que realmente nos gusta sin ningún tipo de trabas. En ocasiones, solo es cuestión de decisión y dejar a un lado el miedo a dar el siguiente paso
Cuando a pesar de que hacemos las cosas correctas siempre esta presente la duda, es una señal de que en realidad no es lo que en verdad buscamos. Por lo que es momento de poner un alto y tratar de ver otras opciones.
Otro signo que nos alerta de esta situación es cuando a pesar de los esfuerzos, la dedicación, el tiempo invertido y dar lo mejor de sí, no vemos algún progreso. Esto a cualquier persona lo frustra y desanima. Por lo que se vale cerrar ese ciclo.
Existe otro motivo que de igual manera nos avisa que ha llegado el momento de parar, y es cuando ya no cuentas con una vida plena. Es decir, el trabajo o el negocio te absorben de tal manera que es la única prioridad, dejando de lado familia, descanso y diversión. Esta bien el comprometerse con el trabajo y ser dedicado, pero cuando esto ya traspasa los límites laborales ya no es sano.
Retomar el camino
Una buena forma de determinar que vamos bien es darse cuenta que siempre nos toparemos con obstáculos, y esto no quiere decir que nos hemos equivocado. En cualquier ámbito de la vida tendremos rachas buenas y malas. Hay que aprovechar las buenas y dejar de lado las malas para continuar hacia donde queremos llegar.
De la misma manera hay que saber que es en realidad lo que buscamos y hacia donde queremos llegar, para de ahí tener un punto de partida que nos acerque a nuestro objetivo.
Sin embargo, tampoco hay que obsesionarse con el objetivo final, pues esto al no lograrse en el tiempo establecido se convierte en frustración y fracaso. Hay que recordar que todo proceso requiere de tiempo y esfuerzo.
La mejor manera de saber si vamos bien o mal es analizar cada determinado tiempo en donde estamos, si es lo que buscamos y hacia donde queremos llegar.
Fuente: Coach de la profesional. De gerencia.
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